Cuando hablamos de una espiritualidad, de modo sencillo podemos entenderla como una manera particular de vivir siguiendo a Jesús. En este sentido, los Oblatos vivimos y proyectamos un legado que nuestro Padre, San José Marello nos entregó para vivir.

 

Concretamente nuestra espiritualidad, consta en tener la capacidad de hacer las cosas ordinarias de modo extraordinario, mostrando así nuestra adhesión y comunión con Dios, al estilo de San José, al cuidar y atender los intereses de Jesús en la Iglesia, con sus desafíos y sus medios para realizarnos como discípulos de Jesús. Nuestro carisma se refleja en:

 

 

-La la educación moral y religiosa de los jóvenes en las varias actividades sugeridas por

 los tiempos y los lugares.

 

-El ministerio pastoral en las Misiones y en las Parroquias también en la ayuda al clero

 diocesano

 

-La difusión de la devoción a San José.